23/12/2013
Me
preparo para despedirme de Ko Lanta, mientras el personal del hotel continúa
sonriéndome cada vez que los miro a la cara. Les devuelvo el gesto mostrando
mis dientes y bajando levemente la cabeza, como haciendo una reverencia. Ellos
quedan felices, es que muy pocos turistas se comportan agradecidos con los
tailandeses a pesar de su inmensa amabilidad y simpatía.
Qué
decir de Ko Lanta más allá de sus playas
rocosas y su ambiente familiar. Después del último viaje hambriento y el
picante de Bangkok, éste lugar me llenó la panza.
Plato típico de arroz frito con verduras y pollo. |
Bares con comida variada a lo
largo de toda la costa, traté de probar comida típica pero reconocible por mi
cuerpo, por eso del miedo a las reacciones extrañas. Arroz salteado, pollo, pad
thai con verduras y mucho licuado de frutas: mis favoritos de banana y
ananá.
Obvio que también hay platos muy picantes que yo pasé por alto luego de mi experiencia en la capital; el chili es muy común así como una salsa especial de pescado con un olor muy fuerte, se imaginarán a qué olía mi ropa cuando se me volcó encima sin querer.
Bar en la playa, isla Ko Lanta. |
Obvio que también hay platos muy picantes que yo pasé por alto luego de mi experiencia en la capital; el chili es muy común así como una salsa especial de pescado con un olor muy fuerte, se imaginarán a qué olía mi ropa cuando se me volcó encima sin querer.
Hay
carne de vaca (muy poca), cerdo, pollo y por supuesto una oferta sumamente
variada de frutos del mar, que Nicolás
probó en uno de los bares nocturnos de la playa y quedó encantado.
A
dos días de la Navidad, fiesta tradicional para los católicos, que aquí solo
son turistas, la playa se convierte en
una postal de colores cuando el sol deja lugar a la luna.
Luces, adornos, arbolitos y guirnaldas decoran el frente de casi todos los hoteles y restoranes que bordean la playa.
Los
puestos de masaje tailandés, también sobre la costa, son
una de las principales atracciones para el turista: las sesiones son de
una hora o más.
A
Nicolás no le apetece que un extraño toque y apriete su cuerpo, a mí sí pero
todavía no me sometí a ninguna sesión: las masajistas son casi todas mujeres.
Masaje thai en la playa. |
La
calle principal es un paseo típico con sus ferias de ropa, artesanías y típicos
souvenirs.
Paseos
en elefantes, shows de serpientes y monos, aventuras en kayak, trekking, paseos por cuevas en medio del mar y por
supuesto snorkel y submarinismo. Lo arriesgado no es lo mío, así que prefiero
saltear esas propuestas.
Aún
esperamos en el hotel de Ko Lanta que una camioneta nos pase a buscar para ir a
Ko Phi Phi Don y a Ko Phi Phi Leh, esta última es la isla que fue escenario de
la película “La Playa” de Alex Garland, en la que Leonardo Di Caprio
protagoniza a un joven aventurero que viaja solo a un paraíso desconocido del
cual le es casi imposible regresar. Espero no me pase lo mismo.
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